‘El pueblo de Chabás no puede seguir ignorando su historia’. Se dijo la Comisión de Fomento de Chabás, progresista localidad del Departamento Caseros, Provincia de Santa Fe.
A la hora de ponernos a reflexionar sobre nuestro presente se nos hace prácticamente imposible dejar de pensar en nuestro pasado, aquel que desde los comienzos nos condiciona y nos ubica en el hoy de una manera determinada y no de otra. Es por esto que considero necesario presentar aquí, de manera resumida, el pasado que forma parte constitutiva de nuestro presente. Creo que no podemos definirnos hoy sin mostrar, o al menos repensar, nuestro ayer.
Para poder dar cuenta brevemente de los inicios de nuestra localidad es necesario aludir al contexto en el que emerge, pensando sobre todo, la función que la misma tiene dentro del proyecto principal de crecimiento y desarrollo a nivel nacional.
Acercándonos hacia las últimas décadas del siglo XIX se diseña el esquema económico que permite insertar a la joven patria dentro del escenario mundial. En efecto, el lugar que ocupará la región pampeana será crucial.
El rol de exportadora de materias primas (cereales) a Europa, y sobre todo a Inglaterra, ubicó en el centro de la escena las tierras fértiles que hasta ese momento “no tenían dueño”; o mejor dicho, sí lo tenían pero debido a que era necesario que las mismas estén al servicio del capitalismo, que comenzaba a gobernar nuestra economía y que ya gobernaba al viejo mundo, fueron expropiadas de sus auténticos amos.
El devenir al que estuvieron expuestos los verdaderos dueños de estas tierras, los indígenas, no fue menos trágico que el resto de las tierras que hoy conforman nuestro país.
Así, el paisaje pampeano empezó a sufrir algunas modificaciones que hasta hoy pueden percibirse. Por un lado, se produce la extinción de las ocupaciones indígenas, y por el otro, las grandes extensiones de tierras ya ocupadas y utilizadas para el pastoreo son parceladas y dedicadas al cultivo de cereal. De esta manera, se pone en marcha el modelo “agro-exportador”, ubicando a Argentina como una competidora con EEUU en los mercados europeos. Para que esto funcione fue necesario ocupar el suelo con trabajadores, campesinos dispuestos a labrar las tierras, motivo principal por el cual el Estado argentino impulsó la inmigración, y dio comienzo al proceso de “colonización agrícola”.
Durante los años 1850/1870 se produjo la primera oleada de ocupación y distribución del suelo, la que se llamó “primera colonización agrícola”; y la segunda oleada fue la de la década de los ochenta, la cual adoptó sus propias características.
Si bien en los ochenta se fundan un número importante de colonias con el objetivo de poder beneficiar el desarrollo del capitalismo, años anteriores la elite política argentina se venía preocupando por el trabajo de las tierras. Ya para 1857 se dictaron leyes de arrendamientos sobre tierras públicas, en las cuales se establecía que no se podían exceder de ocho años de tenencia, reservándose el derecho de enajenarlas durante el tiempo que duraba el contrato.
Una década después, 1867, Pascual Chabás, el futuro fundador del pueblo llegó al puerto de Rosario. La situación que se vivía por entonces era bastante inquietante, epidemias, guerras y miserias azotaban la región. A pesar de esta situación poco favorable el joven Chabás decide luchar y forjar su vida en la naciente provincia de Santa Fe.
El año 80 fue significativo en la vida del fundador. En esta década se extienden las riendas del Ferrocarril Oeste Santafecino, hecho fundamental para nuestra región, ya que ubicó a la zona en la médula de la economía. El mismo permitió el traslado más rápido y efectivo de los cereales, especialmente de trigo, que tan ansiosamente esperaban los mercados ingleses. En este contexto, Don Pascual se radica en Villa Casilda, según los registros de la época, aproximadamente en el año 1879.
Mientras tanto en el Congreso se discutía la prolongación del ferrocarril, que hoy vemos surcar nuestro pueblo. Finalmente, casi una década más tarde, 1888 se decide extender la línea, así el recorrido quedó desde Rosario hasta Candelaria o Villa Casilda y desde ésta a Colonia Pampa o La Pampa (actual Chabás).
Las 3775 Has. de tierras que conforman la superficie que ocupa hoy la localidad, en ese momento eran propiedad de Carlos Casado de Alisal fundador y colonizador de Casilda, conocido de Pascual Chabás.
Éste ya hacía unos quince años que residía en Argentina, contaba con un capital importante para poder comprar las tierras que poseía Carlos Casado. El negocio le resultaba interesante debido que podía luego revender las tierras a colonos o comerciantes. Carlos Manfredi en Señales Históricas transcribió el documento en el que quedo asentado la compra de las tierras de Chabás a Carlos Casado:
“...el 7 de noviembre de 1881, mediante escritura labrada en Rosario, Chabás compró a Casados 629 hectáreas correspondientes al noroeste de la franja citada,... un terreno ubicado en el Dpto. Rosario, sobre el paraje denominado Arroyo del Saladillo... (sic)”. (Esc. Lisandro Paganini, Rosario, folio 472. Año 1881. en Manfredi, c. Señales históricas. Rosario, 1998).
Un tiempo después fueron vendidas las restantes hectáreas (3146) a los señores César Benedetti, Aquiles Vicario y Francisco Fontana, pero al cabo de un año Pascual Chabás fue comprando todas las tierras hasta quedarse con las 3146 has.
Si bien en los párrafos anteriores expliqué que debido a la transición de país pastoril a agrícola por la demanda venida desde Inglaterra se abre el proceso de colonización, es decir, asentamientos de colonos dedicados a trabajar la tierra, sobre todo a cultivar cereales, este proceso tomó un rumbo diferente en 1880.
Como dije antes, la colonización de la década del 50 tenía un impulso diferente al que tuvo la de los ochenta. La colonización de la tierra significa el asentamiento de colonos en tierras productivas, sin fines de lucro, especulación o afianzamiento político. Las primeras localidades, como por ejemplo, Colonia Esperanza fundada por Araón Castellanos o, inclusive, Villa Casilda por Carlos Casado sí tuvieron un sentido progresista, pero luego de 1880 el proceso colonizador sufrió una permutación, comenzó a generalizarse el comercio a través de la venta de tierra.
Se sistematizó, de esta manera, la venta de grandes extensiones de tierras que luego fueron arrendadas o subarrendadas a colonos. El territorio que compró Pascual Chabás se encontraba ocupado por estos trabajadores arrendatarios y golondrinas que deambulaban de un pueblo a otro buscando asentarse definitivamente, lo cual se tornaba muy difícil debido al sistema de tenencia de tierra que eliminaba toda posibilidad el acceso a las mismas.
Con el tiempo se tomó como día fundacional al 7 de Noviembre de 1883 debido a que esa fecha es la registrada en el primer mapa de la colonia, pero en realidad no se puede hablar con firmeza del día exacto de fundación.
Para este momento el pueblo tenía por nombre La Colonia, luego en 1888 Carlos Casado realiza una “segunda fundación” cuando lo denomina Chabás -Villa Chabás o Estación Chabás-. Esta refundación tuvo lugar en el marco de la extensión de las líneas férreas a la que antes hice referencias. Pascual Chabás, para el ramal y la estación tuvo que ceder las tierras que pertenecían a su colonia, así lo atestigua la escritura de venta respectiva:
“.. En la cuidad de Rosario de Santa Fe a seis de febrero de 1888, ante mí el escribano autorizante y testigo que suscriben compareció don Pascual Chabás, casado, vecino de Villa Casilda, de cuyo conocimiento y capacidad legal doy fe, y dijo: que por la cantidad de ochocientos sesenta y un pesos cuarenta y siete centavos nacionales legal que en este acto recibe de manos de Eloy Palacios representante de Carlos Casado, concesionario del Ferrocarril Oeste Santafecino, dos fracciones de terrenos sujetos a expropiación, para la prolongación del citado ferrocarril en dirección de Melincué, una para estación y otra para la vía del mismo, situadas en el departamento San Lorenzo en esta provincia...(sic)”. (Archivo de los tribunales de Rosario. Escritura del 7 de noviembre de 1881. en Grela, P. La Pampa. Génesis de la colonia y el pueblo de Chabás. p. 41.Rosario, 1983).
Para la reconstrucción de este proceso de la historia de nuestro pueblo fue de gran utilidad consultar el periódico local, Millennium, en el cual se publicó, en el mes de noviembre del año 2002 una crónica realizada por uno de los ciudadanos que más directamente está ligado al devenir de la localidad y a su administración: Carlos Vitali. Expresa en su relato que el objetivo principal de la extensión de la línea del ferrocarril fue el transporte de los granos desde nuestra zona hasta el puerto y de ahí al mundo. Si bien la función y el objetivo principal de la extensión fue económico, no podemos dejar de pensar en la importancia que el mismo tuvo en la conexión entre los distintos pueblos y parajes. Como lo relata Vitali en su crónica, el viaje desde la Rosario hasta Arequito fue un paseo que algunos ciudadanos de la época disfrutaron:
“...invitados por el Señor Eloy Palacios, en representación del señor Carlos Casado, tomamos parte el domingo, en un paseo que se efectuó en tren expreso, desde Rosario a Arequito. ... Se trataba de viajar en un tren rápido y existía la posibilidad de un abundante lunch y de exquisitos vinos”. (Periódico Millennium, noviembre de 2002. Crónica redactada por Carlos Vitali).
Así, comenzó a disfrutarse de los beneficios del riel, si bien toda la población se benefició de la prosperidad y el progreso que el mismo trajo, no todos pudieron gozar de la posibilidad de dar el lujoso paseo que los llevaría hasta Arequito. Así lo dice la crónica:
“La invitación se reducía a los propietarios de los campos que atraviesa la vía férrea, a los representantes de la prensa, a los miembros del directorio del ferrocarril y a varios comerciantes de esta plaza”. (Ibídem)
De esta forma, sólo un grupo minúsculo disfrutó del viaje, el resto del pueblo contempló atónitamente del espectáculo.
Desde 1883 en adelante comenzó a rodar la rueda de la historia. A lo largo del tiempo los distintos acontecimientos que sacudieron a nuestro país tuvieron repercusión sobre los avatares del pueblo, y así se fue completando el inventario que reúne nuestra historia.
“El grito de Alcorta” que retumbó en Chabás.
Los esclavos del trabajo
sólo comieron migajas
del gran pan amasado
que otros pícaros hurtaron
Si bien he decidido aquí hacer referencia a este hecho en particular y no a otro es porque considero que el mismo tuvo una repercusión muy importante para los trabajadores de nuestro pueblo, y también para la historia póstuma. Por otra parte, creo que este episodio particular es el resultado directo del proceso de colonización del que emergió nuestro pueblo.
El ordenamiento económico latifundista, surgido del proceso de colonización, tuvo repercusión directa sobre la organización social, generando un amplio sector de trabajadores rurales dependientes y una minoría propietaria.
Es necesario aclarar que las leyes promovidas por el Estado para la colonización no fueron respetadas por los que se ocuparon de realizar el ocupamiento del suelo en nuestra zona.
Como ya lo he dicho en varias oportunidades, el proceso de colonización que dio origen a nuestro pueblo fue -en grado considerable- independiente de las pautas impuestas por el Estado Nacional (por este motivo es que afirmé que el rumbo de la colonización se modificó y prosperó el afán de lucro y la especulación). Para poner en evidencia lo que digo basta con citar unas pocas palabras de Avellanada, autor de las primeras leyes destinadas a la distribución y apropiación del suelo, que nunca se cumplieron:
“Vendamos la tierra, pero que su precio sólo sea para evitar la acumulación en manos ávidas y ociosas, sin que jamás se convierta en obstáculo insuperable párale trabajo que la busca y para el capital que no quiere absorberse en ella, sino simplemente invertirse en parte, quedándose aún vivo para poder arrancarle sus productos. Esta es la norma del precio. Será mala toda ley que no la consulte” (Citado por Grela, P. El grito de Alcorta, p. 33).
Uno de efectos más importante que tuvo el nuevo orden que se gestó desde la colonización fue el intenso conflicto entre los dueños de las tierras y los trabajadores. Como lo explicó Placido Grela, en el libro dedicado a la historia de Chabás, la distribución irracional y la fuerte explotación a la que estaban sometidos los campesinos fue lo que generó la rebelión en 1912 conocida como el “Grito de Alcorta”.
Este fenómeno social tuvo una amplia repercusión en todo el sur de Santa Fe, generando, concomitantemente, rebeliones en apoyo a lo que estaba sucediendo en la localidad vecina de Alcorta.
La estructura social de Chabás, en el momento en que se desata la rebelión, estaba integrada por una totalidad de terratenientes, arrendatarios y subarrendatarios. Estos últimos se encontraban sometidos a la más cruda arbitrariedad impuesta por los dueños de la tierra. La explotación se daba por las altas tasas de arriendo, juntamente con las demás arbitrariedades establecidas en los contratos realizados unilateralmente por los propietarios.
Testimonio de las malas condiciones a las que estaban atados los campesinos son las cartas que los mismos redactaban para dar a conocer la situación en la que vivían. La siguiente cita es un extracto de una de ellas enviadas al diario La tierra, en la que se denuncia la explotación a la que estaban sometidos los colonos:
“... Comunico a Ud. Que según voces que corren por esta colonia, algunos propietarios se están vengando con algunos chacareros.
Ayer me encontré con el chacarero Esteban Pavich en la estancia “Santa Catalina”, de Martelli Hnos. El chacarero estaba llorando. Yo pregunté lo que tenía y me dijo.
Vea, he cosechado 215 quintales (así se encuentra escrito en la carta original) con 35 kilos de lino, me han quedado 60 bolsas para semillas, lo demás lo ha entregado a Martelli Hnos. para que se cobre el arrendamiento y el resto me lo acredita y si no alcanza (así se encuentra escrito en el texto original) para cubrir las deudas, con el maíz saldaré todo.- (Archivo de FFA)
Además de los contratos leoninos a los que estaban obligados aceptar, se deben sumar otros factores que llevaron a que los campesinos queden completamente sometidos y endeudados. Los trabajadores de las tierras estaban obligados a realizar sus compras en los almacenes controlados por los dueños de las tierras, a trillar con maquinas que éstos les impusieran, y por último, tenían que venderles la cosecha a un precio demasiado bajo, beneficiando solamente a los patrones.
Este trato tan injusto al que quedaban expuestos fue lo que impulsó que realicen ellos también su “grito”. Así fue que el 7 de julio de 1912 se reunieron con los campesinos de Alcorta, Bombal y Pergamino y acordaron la celebración de una asamblea, allí dispusieron:
“Se invita a los agricultores y propietarios de tierras de la jurisdicción de Chabás, Sanford y colonias vecinas, a una reunión con el fin de cambiar las ideas referentes al conflicto pendiente, la misma se celebrara en este pueblo el día 10 del actual, a las 10 de la mañana, con asistencia del letrado, doctor Netri. Juan Averaus, presidente del comité de huelgas.” (Grela, P. El grito de Alcorta. Ed. Nuestra Tierra, Rosario, julio de 2005).
Esta pequeña extracción es una muestra del grado de organización de los campesinos frente al problema. Al mismo tiempo, pone en evidencia el alcance del conflicto y las inmediatas repercusiones del movimiento gestado en Alcorta.
Frente a esta mala situación es que el campesinado se organiza y toma cartas en el asunto. Convocan asambleas donde concurren campesinos de toda la región; comunicados de prensa, advirtiendo a las autoridades públicas y a los terratenientes; suspensiones de sus actividades, como así también huelgas.
Tenemos a nuestra disposición uno de los panfletos que fueron enviados al diario La tierra para que sea divulgado y publicado con el objetivo de que el asunto tome público conocimiento, en el mismo dice lo siguiente:
... Se ha presentado a esta Dirección una comisión de colonos del campo San Pedro, sección Alcorta (así se encuentra en el texto original) pidiéndonos hagamos público lo siguiente:
1° Que ninguna mejora, ni la más pequeña se ha conseguido con la intervención del señor Jefe Político y del señor Yamandí.
2° Que los colonos no volverán a trabajar, menos 5 o 6 traidores e inconscientes.
3° Que el señor COMISARIO LES HA DECLARADO QUE NO SE ESCUCHE LO QUE DICE EL Dr NETRI; pero que sigan los consejos del señor Yamandí.
4° Que ellos (los colonos) no quieren hacer política, no venderse a los politiqueros. (Archivo de FFA. Diario La tierra)
Después de duras luchas, los campesinos han logrados importantes mejoras, pero sin embargo no podemos decir que el problema entre los campesinos y los terratenientes se solucionó completamente. Existen fuentes que muestran que para el año 1914 continuaba la lucha en contra de los contratos abusivos y de la usura de los almaceneros arreglados con los terratenientes. De todos modos, es bueno traer aquí algunas de las manifestaciones de victoria de los colonos. Por ejemplo, el circular que fue publicado por el diario La tierra en el que se comunicó el triunfo de los colonos de la estancia “San Pedro”. El mismo expresa:
Nuestras Victorias:
“Nos comunican de la sección de Alcorta, que los colonos del campo “San Pedro”, que desde hace dos meses estaban en huelgas, han conseguido la rebaja pedida que consistía en reducir al 28 al 32 que pagaban hasta la fecha. (rebaja de 4 puntos).
Los propietarios del campo, señores ECHESORTUS Y CASAS, que nos permitimos recomendar a todos los colonos de la República, con humanidad digna de mejor causa, PRETENDIAN MANTENER INTACTA LAS CONDICIONES del 32 sano, seco y limpio, trillado, embolsado y puesto en estación. (Archivo FFA. Diario La tierra)
En estas pocas palabras he intentado mostrar como se desarrollaron los primeros años de vida de Chabás.
Los primeros tiempos del Gobierno local.
“...sólo se practicaba un control militar o policial sobre distritos
prácticamente indefinidos...
En 1886 se intentó una diferenciación a través del envío de un Juez de Paz...
Cinco años más tarde, el esquema se completaría con la primera Comisión de Fomento...”
A través del tiempo la colonia fue organizando su administración y así fue que empezó lentamente a crecer hasta lo que es hoy. Si bien el año fundacional fue 1883, recién luego de tres años comenzaron aparecer instituciones públicas dedicadas a la administración.
1886 fue la fecha en que se creó el juzgado de paz, momento de gran trascendencia, sobre todo si tenemos en cuenta que la creación del mismo fue el paso previo al reconocimiento de la colonia como localidad autónoma. Es importante que aclaremos que la designación de un Juez implica la existencia de una autoridad civil, cosa que todavía Chabás no tenía.
Hasta ese momento la colonia dependía administrativamente de Casilda, esta situación se revertió por un solo motivo: la creación de la estación del ferrocarril. Después de esto, se generó la necesidad de la instalación de una autoridad civil propia. La misma fue establecida según las leyes creadas y puestas en prácticas por el Poder Ejecutivo de la provincia en 1885:
“En todos los pueblos de la provincia que no existan municipalidades, podrán nombrarse por el Poder Ejecutivo comisiones de fomento de tres vecinos...” (Grela, P: ibídem, p. 50.)
De esta manera, Chabás tuvo su primer Gobierno Comunal: el 2 de Febrero de 1892 se creó la primera Comisión de Fomento integrada por Isidro García, José Rouby y Pablo Gianola. En tanto, el Poder Ejecutivo de la Provincia de Santa Fe firmó el 23 de Febrero de 1892 el Decreto por el cual se aprobaba la constitución de dicha Comisión; siendo esta última fecha la referencia para las celebraciones oficiales.
El primer problema que tuvieron que enfrentar fue la falta de apoyo que recibieron de parte de los habitantes de la localidad. Los vecinos se organizaron y movilizaron pidiendo la destitución de dicha comisión.
A pesar de esto, el Gobierno de la provincia no aceptó la petición de los habitantes del pueblo y los tres integrantes de la comisión de fomento se mantuvieron en su lugar. Sin embargo, la movilización vecinal fue lo que terminó destruyendo definitivamente a la comisión de fomento el 9 de Marzo de 1892.
Para que el poder ejecutivo de la provincia cree otra comisión fue necesario que transcurran dos años y que los vecinos vuelvan a movilizarse. El 5 de abril de 1894 el Poder Ejecutivo implantó definitivamente el gobierno comunal de la localidad:
“ Créase una comisión de Fomento en el pueblo, y designase para integrarla a los señores Pedro Saffores, José Rouby y Jaimes Prats...” ( Grela, P. Ibídem, p. 51)
De esta forma, se consolidó el gobierno local y comenzó hacerse cargo de diferentes actividades. La actividad comunal, en sus primeros tiempos, se circunscribía a cumplimentar gestiones como la conservación de caminos, exoneración de multas, impuestos, otorgamientos de certificados de defunciones, entre otras cuestiones que no iban más allá del establecimiento de pautas de convivencia. Lentamente y con el paso del tiempo el gobierno comunal fue ampliando sus funciones y comenzó hacerse cargo de actividades políticas, económicas, sociales, hasta llegar a ser uno de los pilares fundamentales de la vida del pueblo.
Hasta 1913, es decir, con la sanción de la “Ley Saenz Peña”, los habitantes de la localidad no tenían la posibilidad de elegir directamente a sus representantes. Después de ésta disposición, que establecía el voto secreto, universal y obligatorio, y del proyecto presentado por Lisandro de La Torre que extendía a las comunidades pequeñas la facultad de elegir sus representantes locales, los miembros de la comisión de fomento dejaron de ser elegidos solamente por el Poder Ejecutivo para pasar a ser designados tanto por el pueblo como por la autoridad provincial. Esta nueva disposición quedó asentada en la Ley N° 1780.
Los sucesos en torno del gobierno local se multiplican, pero considero que no tiene demasiada trascendencia repetirlos aquí. La historia del pueblo esta plagada de asunciones y de renuncias, al igual que nuestra historia nacional, pero sin embargo, creo que lo importante es comprender cuales fueron las formas organizacionales más importantes y como la población, en general, se sentía con las mismas. Por este motivo, hice hincapié sobre todo en aquellos procesos que involucran directamente a los ciudadanos chabasenses.
Para cerrar esta sucinta descripción de los orígenes de nuestro pueblo me parece importante hacerlo utilizando las palabras dichas por Placido Grela, las cuales resumen muy bien el espíritu de crecimiento y superación de los habitantes del pueblo de Chabás:
“...Intentamos... –decía Grela en el ’83- presentar un cuadro sistemáticamente ejecutado del desarrollo de una localidad que hace cien años sólo constituía un fragmento de la Pampa, para transformarse, mediante el esfuerzo de su comunidad, en una pujante localidad... El pueblo de Chabás, fundado en 1883 por Pascual Chabás, tiene un norte bien definido: construir los pilares de su desarrollo, para esculpir en ellos un poema al trabajo y al esfuerzo constructivo, mediante la inteligente aleación de las fuerzas del espíritu con las de la inteligencia y la cultura”. (Grela. P. Ibídem, p. 272)